Había una vez un rey que vivía en un raro y lejano reino en un enorme castillo, era conocido como el rey Mikey y le gustaba muchísimo Internet y todo lo que este le permitía hacer.
pero a veces no tenía porque no tenía ordenador en casa y encontró un lugar donde siempre fuese posible acceder a Internet, un lugar con muchos ordenadores.
En este sitio podía conectarse a Internet y allí creo poco a poco su propio sitio web, desde allí hacía trabajos, se los enseñaba a los demás y colgaba sus fotos, vídeos y toda la información sobre su reino.
Un día lo visitaron sus hijas y no lo encontraron en el castillo, había ido al lugar donde estaban los ordenadores, era el CASTILLO DE LOS ORDENADORES, un lugar mágico y bonito, rodeado de flores de todos los colores y clases. Pero el rey Mikey no paraba de estar conectado a Internet, usando desde el chat hasta su sitio web, su correo electrónico, .......... y olvido la visita de sus hijas y que debía comprar comida y otras cosas para tan importante visita.
Al rey Mikey le fascinaba el mundo de Internet y se pasaba día y noche conectado porque el Castillo de los Ordenadores era un lugar mágico y aunque no se sabía quien lo cuidaba siempre estaba abierto, daba igual la hora de la noche o del día y el Rey aprovechaba esto para estar mucho tiempo.
Hasta que un día enfermo, le dolían muchísimo los ojos, pero él no dejaba de ir al Castillo de los Ordenadores a conectarse a Internet. No hacía mucho caso porque le encantaba conocer a más y más gente nueva que le contaba muchas historias muy bonitas e interesantes, se habían convertido en grandes amigos por Internet.
Olvido un poco a su familia y para arreglarlo decidió enseñarles el lugar que siempre visitaba y donde pasaba tantas horas, les enseño lo que había aprendido, su sitio web y a los amigos que había conocido gracias a ese maravilloso invento desconocido para todos ellos, especialmente para sus hijas.
Comprendió que además de los ordenadores del Castillo de los ordenadores, tenía que hacer caso a sus hijas y a su familia cosa que conseguía enseñándoles. Compró un ordenador para casa y contrato una conexión de Internet, así pasaba más
tiempo con su familia y visitaba mucho menos el Castillo de los Ordenadores .
Un día el ordenador de casa se estropeo, sus hijas vinieron preocupadas a visitarlo a casa por si había pasado algo ya que llevaba días sin hablar con ellas por el chat y no habían visto cosas nuevas en su sitio web, desde que todos conocían Internet hablaban todos los días, mucho más que antes y estaban más unidos.
Les contó que se había estropeado el ordenador de casa y que se encontraba triste por no poder hablar con sus amigos que estaban tan lejos, sus hijas le recomendaron que visitara la tienda de Tuxinfo, el informático del reino.
Visito la tienda que le habían recomendado sus hijas y le explico el problema, Tuxinfo le explico enseguida la formula para arreglar su ordenador e incluso poder mejorarlo.
Salió tan contento con este nuevo amigo y por haber conseguido la solución que fue a comprar mucha comida e invito a todos sus amigos cercanos y su familia y celebraron que el ordenador estaba arreglado y que gracias a él se habían conocido y era hoy amigos y además ya no estaba enfermo y se encontraba muy animado.
Todos usaban Internet y además decidieron reunirse una vez a la semana para cenar y contarse sus historias.
pero a veces no tenía porque no tenía ordenador en casa y encontró un lugar donde siempre fuese posible acceder a Internet, un lugar con muchos ordenadores.
En este sitio podía conectarse a Internet y allí creo poco a poco su propio sitio web, desde allí hacía trabajos, se los enseñaba a los demás y colgaba sus fotos, vídeos y toda la información sobre su reino.
Un día lo visitaron sus hijas y no lo encontraron en el castillo, había ido al lugar donde estaban los ordenadores, era el CASTILLO DE LOS ORDENADORES, un lugar mágico y bonito, rodeado de flores de todos los colores y clases. Pero el rey Mikey no paraba de estar conectado a Internet, usando desde el chat hasta su sitio web, su correo electrónico, .......... y olvido la visita de sus hijas y que debía comprar comida y otras cosas para tan importante visita.
Al rey Mikey le fascinaba el mundo de Internet y se pasaba día y noche conectado porque el Castillo de los Ordenadores era un lugar mágico y aunque no se sabía quien lo cuidaba siempre estaba abierto, daba igual la hora de la noche o del día y el Rey aprovechaba esto para estar mucho tiempo.
Hasta que un día enfermo, le dolían muchísimo los ojos, pero él no dejaba de ir al Castillo de los Ordenadores a conectarse a Internet. No hacía mucho caso porque le encantaba conocer a más y más gente nueva que le contaba muchas historias muy bonitas e interesantes, se habían convertido en grandes amigos por Internet.
Olvido un poco a su familia y para arreglarlo decidió enseñarles el lugar que siempre visitaba y donde pasaba tantas horas, les enseño lo que había aprendido, su sitio web y a los amigos que había conocido gracias a ese maravilloso invento desconocido para todos ellos, especialmente para sus hijas.
Comprendió que además de los ordenadores del Castillo de los ordenadores, tenía que hacer caso a sus hijas y a su familia cosa que conseguía enseñándoles. Compró un ordenador para casa y contrato una conexión de Internet, así pasaba más
tiempo con su familia y visitaba mucho menos el Castillo de los Ordenadores .
Un día el ordenador de casa se estropeo, sus hijas vinieron preocupadas a visitarlo a casa por si había pasado algo ya que llevaba días sin hablar con ellas por el chat y no habían visto cosas nuevas en su sitio web, desde que todos conocían Internet hablaban todos los días, mucho más que antes y estaban más unidos.
Les contó que se había estropeado el ordenador de casa y que se encontraba triste por no poder hablar con sus amigos que estaban tan lejos, sus hijas le recomendaron que visitara la tienda de Tuxinfo, el informático del reino.
Visito la tienda que le habían recomendado sus hijas y le explico el problema, Tuxinfo le explico enseguida la formula para arreglar su ordenador e incluso poder mejorarlo.
Salió tan contento con este nuevo amigo y por haber conseguido la solución que fue a comprar mucha comida e invito a todos sus amigos cercanos y su familia y celebraron que el ordenador estaba arreglado y que gracias a él se habían conocido y era hoy amigos y además ya no estaba enfermo y se encontraba muy animado.
Todos usaban Internet y además decidieron reunirse una vez a la semana para cenar y contarse sus historias.
Autores:
Mónica Hernández
Joel Ridgway
Verity Ridgway
Manolo Berruezo
Josefa Fernández
Juan Pedro López
De 7 a 9 años
C.Guadalinfo de Lúcar (Almeria)
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